CIUDAD JUÁREZ, México.- Al menos 39 migrantes de Centroamérica y Sudamérica, la mayoría de Guatemala, murieron por un incendio que se desató en un centro de detención en una ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, en un suceso que según el Gobierno inició por una protesta de los detenidos.
El Instituto Nacional de Migración (INM) dijo que había 68 hombres adultos de América Central y del Sur alojados en la instalación en Ciudad Juárez -ubicada frente a El Paso, Texas- y que 29 de ellos también resultaron heridos en el incendio, que estalló el lunes por la noche, y fueron llevados a cuatro hospitales en el área.
El Instituto Guatemalteco de Migración informó en un comunicado que entre los muertos hay 28 connacionales. La portavoz de la cancillería guatemalteca, Karla Samayoa, dijo que, según el cónsul de la nación centroamericana en México, los fallecidos fueron entrevistados el lunes, como paso previo a ser retornados a su país.
En el lugar del incendio había también unos 13 migrantes de Honduras, dijo un funcionario de alto nivel de la cancillería hondureña. Hasta anoche no había información de que alguno falleciera o resultara herido.
En un comunicado, la Fiscalía General mexicana señaló que, según el INM, “los migrantes identificados son de las siguientes nacionalidades: un colombiano, un ecuatoriano, 12 salvadoreños, 28 guatemaltecos, 13 hondureños y 12 venezolanos”.
La dependencia, que no especificó cuántos de ellos habrían perecido o sobrevivido, explicó que del total de víctimas mortales, 37 fallecieron en el sitio donde se registró el incidente y dos en hospitales, mientras que los 29 heridos se encuentran “graves”.
“Estoy desde la una de la tarde esperando al papá de mis hijos y cuando se hicieron las 10 (de la noche) empezó a salir humo por todos lados”, narró Viangly Infante, de 31 años, venezolana.
Su esposo, Eduard Caraballo, de 27 años, estaba en una de las celdas de detención dentro de las instalaciones cuando comenzó el incendio y sobrevivió rociándose con agua y presionándose contra una puerta, dijo Infante, quien agregó que vio muchos cadáveres tirados en el suelo.
El incendio, uno de los más mortíferos de su tipo en el país, ocurre mientras Estados Unidos y México luchan para hacer frente a niveles récord de cruces en la frontera compartida.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el incidente “tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y (...) en la puerta del albergue pusieron colchonetas (...) y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”.
“Ahorita de lo suelto”
En las últimas semanas se han visto aglomeraciones en las ciudades fronterizas mexicanas, a medida que las autoridades intentan procesar solicitudes de asilo usando una nueva aplicación del Gobierno de Estados Unidos conocida como CBP One.
Muchos migrantes dicen que el proceso toma demasiado tiempo y, a principios de mes, cientos de ellos, en su mayoría venezolanos, se pelearon con funcionarios estadounidenses en la frontera, frustrados por las dificultades para asegurar las citas de asilo.
La venezolana Viangly Infante dijo que su familia había logrado una cita a través de la aplicación CBP One, pero el lunes por la tarde detuvieron a su marido, quien se encuentra en un hospital local tras sobrevivir al humo y el fuego. Las autoridades migratorias le dijeron que para liberarlo, debía tener en papel un documento que había subido a la plataforma en formato digital. “Pero si lo tiene impreso, ¿por qué lo detienen?”, consultó.
“Ahorita te lo suelto”, le indicaron varias veces más tarde, pero nunca lo hicieron, denunció Infante, madre de tres niños -de uno, 12 y 13 años-.
En enero, la administración del presidente Joe Biden dijo que ampliaría las restricciones de la era de su predecesor Donald Trump para expulsar rápidamente a los inmigrantes cubanos, nicaragüenses y haitianos atrapados cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México en un esfuerzo por contener los flujos fronterizos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos dijo que permitiría que hasta 30.000 personas de esos tres países más Venezuela ingresen al país por vía aérea cada mes.
En diciembre de 2021, al menos 55 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando un camión repleto de migrantes volcó en Chiapas, un estado fronterizo en el sur de México. En 2010, 72 migrantes fueron masacrados por sicarios de un cártel de la droga en el norteño estado Tamaulipas. (Reuters)